Electra al coro: “Mujeres, me avergüenzo. Sé que me encontráis extrema en mi duelo. Pero os lo digo: no tengo otra opción”.
Electra escucha las razones del coro, las admite y aun así entiende que no las puede seguir en su famosa doble negación “No puedo no estar afligida”.
La mesura del coro, su consejo de que no busque el ojo por ojo, vengándose de su madre por el asesinato de su padre caen en saco roto. Mientras que otros personajes sanguinarios, o sociópatas, o perversos de la historia de la literatura tienen una moral o una lógica interna distinta del espectador, Electra es capaz de entender la lógica del coro, admitir que puede que haya algo incorrecto en lo que está sintiendo y aun así echar por tierra todo consejo de prudencia y echar a la piscina de la venganza.
“Soy consciente de mi cólera”
Esta admisión de la lógica del coro y su rechazo hacen de Electra un personaje tridimensional, y psicológicamente muy complejo. De alguna manera su seguridad resulta admirable.
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